sábado, 26 de febrero de 2022

Cosas que pasan, cosas que pesan...


Un problema
Dos problemas
Tres problemas
Y otro más
Y otro…

La lucha no ceja
Y el guerrero se resiente
Heridas sin cerrar se abren de nuevo
Duelen y desgarran la alegría
El cansancio gana
El desaliento llega
Necesitas refuerzos
Buscas consuelo
Pides ayuda
Y no existe hombro donde reposar para tomar aliento.

“Si me necesitas estoy, no lo dudes”

Palabras vacías
Corazón sin consuelo
Cae la tarde...
Y con ella tu anhelo

Cosas que pasan, cosas que pesan...


Grito de Auxilio
Llamada sin respuesta
No hay bálsamo para tanta herida
Anhelo de consuelo
Sin embargo….
Sólo estás tú y tu tristeza

Cosas que pasan, cosas que pesan


Y la vida sigue...
Y te sientes solo aun rodeado de gente...
Y te escondes
Y en tu refugio, donde te sabes a salvo
Tu mirada se pierde a lo lejos
Contemplando, pero sin ver, el cielo.

Cosas que pasan, cosas que pesan...

Las nubes transitan, reparas en ellas
donde te gustaría subir y quedarte 
porque están en tus sueños.
las imaginas tu sitio, tu casa,  tu lecho
esas en las que vuelas cuando la ilusión te embriaga
y tus ojos brillan iluminando el cielo.
Pero…
Hoy no es ese día

 Cosas que pasan, cosas que pesan

Y retornas a las nubes
Donde te sientes pleno,
Desbordante de energía
Y contemplas el mundo
Y sueñas  y sientes y te emocionas
¡Es tanto lo que tienes dentro!

Tanto para dar y compartir... 
¡tanto!... 
Que no puedes guardarlo porque no cabe,
Lo sacas o estallas por dentro
De tanto sentir...
Y sintiendo lloras para vaciarte, para aliviar la presión
Eres una olla exprés sometida a la máxima intensidad del fuego
que desprende tu alma


Así lo sientes

¡Pasión por vivir!
Por emocionarte con una gota de rocío al amanecer
Con la luz del día cuando llueve al caer el sol
Con el mar mecido por la luna llena

Pero…
No perteneces al mundo
Eso sientes

Cosas que pasan, cosas que pesan

Está lloviendo en tu alma y no hay paraguas ni techo bajo el que cobijarte, solo notas  frío, humedad y te abrazas….




Momentos terribles de tristeza y soledad… sé cómo te sientes, pero igualmente sé que a veces son necesarios y tú lo sabes también, pero por un ratito apenas… nada de quedarse a vivir en ellos, eso está terminantemente prohibido amigo mío.

Sí, sé que cuando se acumulan los problemas, las fuerzas te abandonan y la ilusión está en busca y captura, tú como ser humano que eres, con alma, corazón y vida, sientes que ya no puedes más. 
En esos momentos tan duros, por tu cabeza pasan los peores pensamientos… esos que saben de tu debilidad puntual y se aprovechan para atacar con toda su artillería.

Son pensamientos COBARDES, que no te pertenecen, pero están al acecho como aves carroñeras, esperando tu agonía para atacar.

Piensa por un momento qué harías si te encontraras en medio de un páramo, tendido en el suelo, herido y sobre tu cabeza comenzara a revolotear en círculos una bandada de buitres, cada vez más cerca, más numerosa, volando más bajo… 

¿Te quedarías quieto, sin luchar?  ¿Dejarías que te atacasen sin ofrecer la más mínima resistencia? ¿Permitirías que sus garras y sus picos comenzasen a despedazarte?

Sí, soy consciente de que suena tremendo, pero ¡quiero que te des cuenta!
Quiero que cuando estés en esos momentos de flaqueza, donde parece que ya nada importa, recuerdes a los buitres, porque  así son tus pensamientos, cobardes y carroñeros y hagas con ellos lo que harías con cualquier buitre que se atreviera a atacarte, lanzarle una patada con todas tus fuerzas, arrojarle tierra en los ojos, revolverte, entrar en acción para que vea ¡que no estás muerto!

Estás VIVO y muy vivo, y esos pensamientos carroñeros, en cuanto se lo muestres, saldrán corriendo para no molestarte más.

Como te decía, estar triste es bueno de vez en cuando, tienes derecho a ello y te ayuda a pensar, a colocar cada cosa y a cada persona en su sitio, establecer prioridades, recomponer tu escala de valores si se había trastocado y liberar tensión para coger fuerzas y continuar con decisión y firmeza tu camino hacia la felicidad.

Llora si tienes que hacerlo, no te preocupes por la ilusión, es traviesa y a veces le gusta esconderse, pero está ahí, no te abandonará nunca si tú no le permites hacerlo.

Cosas que pasan, cosas que pesan, pero cosas…. que te hacen grande, fuerte y sabio, no serías quien eres sin ellas….

Un guerrero no es aclamado en su victoria si no se ha dejado la piel en la batalla.

Es el momento de elegir, ¿Qué decides? ¡Ser guerrero!
¿O pasto de los buitres?



Esther de Paz

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