El año en curso llega a su fin, apenas unas horas y habrá pasado a la historia, lo piensas y casi….
ni te has enterado, pero sí él ya tiene un pie fuera de nuestro “ahora” y
aunque ha sido veloz y quizás no uno de esos años para rememorar, también te ha
traído cosas buenas, momentos felices, días de esos en los que no había manera
de borrar la sonrisa de tu rostro, piénsalo, siéntate unos minutos y haz un
recorrido verás como esos recuerdos te
siguen haciendo sonreír y revivir por unos instantes ese trocito de felicidad
que ya se ha quedado para siempre en tu historia.
También
ha habido momentos menos buenos, incluso puede que algunos de los que te
hicieron feliz más tarde te trajeron tristeza, incluso lágrimas, porque, como bien sabes,
nada dura eternamente, las decepciones existen y las personas, a veces, nos fallan, pero lo que
sí es cierto es que tú tienes el poder de conservar tus sonrisas, tu felicidad
vivida en instantes, tu emoción cuando te desbordaba y la ilusión, motor de tu
energía… todas esas cosas buenas que te
hicieron feliz ya se han escrito en tu
historia y cada vez que las recuerdes la sonrisa volverá a iluminar tu rostro,
son momentos reales, vividos, disfrutados, sentidos, ¿te parece poco?
Para
tu mente por un momento y céntrate en uno de ellos, recuérdalo con
detalle, piensa como te sentiste, cuánto
disfrutaste de esa cena, esa charla, esa llamada, esa sorpresa, esa noche en la
que habrías parado el tiempo….
Abstráete
de todo y vívelo de nuevo, fuiste feliz y lo eres en este momento, no pienses
nada más…
No
me digas que después no continuó, que sufriste decepciones, que todavía no
sabes ni qué pasó pero se desvaneció como el humo, no me digas lo que te hubiera
gustado, no me digas ni pienses otra cosa
distinta a ¡qué feliz me sentí!
Ese
es tu poder y debes utilizarlo, no importa que no durase todo lo que te hubiera
gustado, no importan ya las decepciones, no importa ya la tristeza, nada de lo
malo importa ya, y sabes ¿por qué?
Porque eso está superado, has aprendido, te ha hecho crecer como persona, te ha
enseñado que eres fuerte y grande porque tu actitud lo demuestra, no odias, no
guardas rencor, no has dejado que cambie tu esencia, no han podido doblarte, ¡hasta
has perdonado!.
Tu
mente y tu corazón están serenos y orgullosos, por tanto, date un palmadita
en la espalda y recuerda una y mil veces los momentos de felicidad, no te
cortes en hacerlo, son el alimento del alma.
La
naturaleza es sabia y borra todo lo que no debe ocupar espacio para dejar sitio
sólo a los momentos que, cada vez que los recuerdes, traerán de inmediato una
sonrisa a tu corazón.
Habría
sido maravilloso darles continuidad pero si no ha sido así, utiliza tu llave
maestra y destierra al exilio ese final no deseado para dejar que continúe el
rodaje, míralo como una toma falsa, con el tiempo hasta te reirás, y sigue
rodando, continua el rodaje en el punto más álgido de tu sonrisa, rueda, cambia
de vestuario, cambia de plano, de escenario, de personajes secundarios,
cámbialo todo si es preciso pero no pierdas tu sonrisa, porque lo que nunca
debes olvidar es que tú y sólo tú eres el protagonista y como nunca te dejarás
suplantar por actores secundarios, tendrás escenas de peligro, de tensión, de
intriga, de suspense, de miedo, de incertidumbre, de cansancio, de flaqueza, de
duda, de soledad, de riesgo, de amores no correspondidos, de decepción, pero al
final, siempre las cosas se arreglan, los miedos desaparecen, los riesgos han
merecido la pena, la incertidumbre te ayuda a encontrar la certeza, la soledad te enseña a ser selectivo con la
compañía, el cansancio te hace fuerte, la flaqueza se convierte en fortaleza,
la decepción te enseña y el amor llega cuando menos te lo esperas.
Después
de las tomas falsas viene la buena, no dejes de sonreír, sigue rodando porque
la vida es igual que una película, el montaje final es lo que vale y las tomas
falsas son solo eso, tomas para recopilar, que te enseñan a hacerlo mejor, te
muestran los fallos y sirven para reírte de ellas.
Yo
espero de este año que comienza muchas cosas, espero que se avance hacia la paz, que demos un
paso adelante para erradicar el terrorismo, la violencia, la agresividad, el hambre y la pobreza en el mundo, las injusticias, el abuso de
poder, la ausencia de empatía, el egoísmo, los miedos, la falta de valores… en definitiva espero que en este nuevo año el mundo y las
personas seamos un poquito mejor, más felices, más humanos y escuchemos más a nuestro corazón.
Y
sobre todo espero seguir rodando la película de mi vida, parar en cada toma
falsa, desecharla, aprender, no rendirme nunca, no perder mi fuerza y continuar el rodaje con la misma
ilusión y pasión con la que empiezo cada
escena, porque cuando llegue la hora del
montaje final sé que me encantará el resultado. Será un final feliz de esos que
si lo vieras en el cine dirías ¡que peliculón!
Adelante
amigo mío, porque esto continúa y para que este año sea todo lo bueno que le
pedimos, necesita colaboración, así que sigue mirando a la cámara con firmeza,
atesora sabiduría, buenos momentos, felicidad e ilusión, ríete de las tomas
falsas y demuestra quién eres y todo lo que vales.
Atención,
se rueda… ¡Luces, cámara, acción!
Comienza
el siguiente capítulo de nuestro peliculón, ¡supérate a ti mismo!
Yo ya escucho los aplausos y me rindo a tus
pies.
Esther de Paz
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