lunes, 29 de junio de 2015

Es hora de soltar lastre...



el amor sólo lo encuentra un auténtico caballero, sin armaduras y sin miedos,



Deja libre tu pluma que sea ella quien mueva tu dedos.
No pienses, déjala libre, ella sabrá sostenerlos.
Tiene cosas que decir sabe de tus miedos, quiere romperlos de lleno porque tu alma está triste si los guarda tan dentro.

Sabe de tu armadura y tu obsesión por brillarla.
Sabe de tu título de caballero.
Ella lo siente... 
Y lo escribe en silencio… 
Sabe lo que te pesa y que estás atrapado dentro. 
Te has impuesto un título creyendo que tu destino era ese, el ser perfecto ante el mundo, pero te estás muriendo por dentro. 
Tu armadura brilla, es fuerte y lustrosa, te da imagen de caballero, el mundo reclama tu ayuda, se apoya, tú te mantienes regio. 
La foto es perfecta, hasta llegaste a creértelo. 
Fuerte, correcto, sabio y recio.
Pero lo cierto es que estás triste, cansado y lleno de desasosiego. 
Esa armadura lustrosa está cargada de farsas, de historias que te vendieron, que tú nunca compraste pero quisiste creerlo.
Ahora, su peso es tan fuerte que llega a oprimir tu pecho, 
No puedes con tanta carga, te asfixia, tu alma se muere adentro. Intentas arrancarla sin éxito. 
Te crees y presumes de hombre perfecto, muchos te ponen de ejemplo.

Te has cargado el mundo a la espalda, uffff, ¡demasiado peso! 
Todos viven su vida, a ti no se te permite hacerlo.
Te nutres de pequeñas ilusiones que sólo pueden ser un secreto.
Porque nadie entendería que necesitaras afecto, que estés doblado por dentro aunque la armadura disimule el efecto. 
Has llegado hasta aquí y ya no puedes con ello.
Liberarte de la armadura es un camino complejo. 
Encuéntrate contigo mismo, ahí hallarás el secreto.
Te espera un camino difícil, pero deberás recorrerlo. 
Comienza por amarte a ti mismo y el amor que creías hasta ahora se te revelará cruento, porque necesitar con egoísmo no es amor del sincero. 
Deberás cambiar de ambición no es buena la de la mente, quédate sólo con la del corazón.
Es hora de conquistar los dragones, esos que se llaman miedoque colonizan tu cabeza desde ni sabes el tiempo.
Si sales invicto en la lucha, Voluntad Osadía volverán a ocupar su puesto.  
Al otro lado del miedo morían de agonía... anhelando su legítimo caballero. 
Ese que volará a  lo alto de la cima aceptándose de nuevo. 

Porque el AMOR sólo lo encuentra un auténtico caballero, ¡sin armaduras y sin miedos! 

Para todas las personas (hombres y mujeres) que, intentando "parecer" perfectos, cargan una pesada mochila a su espalda y de tanto aparentar y arrastrar... se olvidaron de vivir.

Inspirado en el libro: "El Caballero de la armadura oxidada" 
(Robert Fisher)

Esther de Paz

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