Yo me valoro, tú te
valoras, él se valora….
Yo tengo valores,
tú tienes valores, él tiene valores, ellos tienen valores….
¡Falso!
Es cierto que estoy
utilizando dos conceptos diferentes en mis afirmaciones, en el primer caso se trata
del verbo “valorar” y en el segundo
del sustantivo “valores”, pero de
ambas cosas quiero que hablemos en nuestra charla de hoy.
Comencemos por el
verbo.
Valorar
es apreciar algo, estimarlo, darle aprecio. Y cuando hablo de valorarse me
refiero a todo aquello relacionado con uno mismo.
¿Nos valoramos a
nosotros mismos?
¡No! no lo hacemos,
no tenemos en cuenta todo nuestro potencial, lo que demostramos cada día, lo
que somos, nuestros logros, las dificultades superadas, las veces que
hemos remontado, todo lo que hemos construido con nuestro esfuerzo y tesón.
Sólo lo hacemos si
obtenemos la aprobación externa, parece que sin eso no somos nada. ¡¡¡Error!!!
Valorarse
es mirarse al espejo y sentirse orgulloso de uno mismo, ver una imagen de
alguien GRANDE, que ha llegado hasta ahí a pesar
de las dificultades, que ha remontado una y mil veces las zancadillas de la
vida, que ha superado obstáculos, que corre cada día hacia la meta sin mirar
atrás, que no le pesan las mochilas porque las lleva cargadas de sabiduría, que se permite debilidades
sin flagelarse, que se hunde por momentos… pero que resurge de las cenizas como
el ave Fénix, que puede ver sus
resultados porque están ahí, ¡porque los lleva puestos!
Y ¿por qué no lo
hacemos? ¿Por qué no nos valoramos? ¿Por qué necesitamos que sean los “otros”
los que lo hagan?
Es el momento de
romper el bucle, es el momento de parar, de pensar, de hacer recuento…. de
poner encima de la mesa lo que suma y lo que resta y ver el resultado.
Dime…
¿Qué ves?
¿Cómo te sientes?
¿Estás sonriendo?
¡Enhorabuena!
Porque ahora SÍ, ahora tú y sólo tú eres ¡quién te está dando valor!
¿Qué ves?
¿Cómo te sientes?
¿Estás sonriendo?
¡Enhorabuena!
Porque ahora SÍ, ahora tú y sólo tú eres ¡quién te está dando valor!
Ahora abordemos el
sustantivo, hablemos de Valores…
Esto es otro cantar,
¿valores? ¿Qué es eso?
Valores son principios que
nos permiten realizarnos como personas estructurando
y orientando nuestro comportamiento de forma respetuosa y sin afectar de manera negativa a
quienes nos rodean.
Son creencias fundamentales que nos ayudan
a elegir, apreciar y preferir unas cosas o un comportamiento en lugar de otro. Son fuente de
satisfacción y plenitud y desarrollan virtudes que benefician a
nuestro entorno y a la sociedad en general.
Justicia,
libertad, responsabilidad, honestidad, respeto, lealtad, solidaridad, generosidad, agradecimiento, amistad, amor,
tolerancia, empatía, sinceridad.
Y todo eso es
precisamente lo que esta sociedad está perdiendo, lo que, sin saber por qué, se
va quedando como algo en desuso.
Cada vez más oímos
hablar del presente, del momento, del ahora….
¡Bien! Comparto esa
filosofía, es buena porque nos invita a
prestar toda la atención en el momento en el que estamos, nos invita a
disfrutarlo, a saborearlo, a vivirlo con intensidad, a no perdernos lo mejor de
cada día dispersando nuestra atención en un pasado que se fue o en un mañana
incierto…
Eso es maravilloso,
vivir con plenitud cada instante y
enfocar toda nuestra atención en ello, de tal forma que cada día tenemos la
oportunidad de ser felices, de sonreír, de tener ilusiones, de vivirlas, de
soñarlas y de conseguirlas….
Pero no hay que
confundir el “ahora” con el “YO” y “mi ombligo”.
Vivir el presente
es fantástico, mirarse el ombligo ¡nefasto!
Centrarnos
únicamente en el YO a cualquier precio tiene un coste muy alto con resultados lamentables.
Si alguna vez
tienes dudas entre el YO y el vivir el AHORA, antes de continuar hazte esta
pregunta: “¿Cómo me sentiría yo si me lo
hicieran a mi?”…. la respuesta despejará todas tus dudas.
Después… ¡la
elección es tuya! Pero con una
diferencia, sabrás que clase de valores son los que practicas.
Recuerda:
Valórate
como te mereces sin esperar a que lo hagan por ti pero nunca, NUNCA, le des la espalda a tus Valores.
En definitiva y de una manera muy simple
no te he contado otra cosa que ¡¡la
receta del éxito!!
Si este post ha servido para hacerte
pensar, he conseguido el objetivo.
Esther
de Paz
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